Funky Divine
  • Inicio
  • ¿¡Quién-Qué!?
    • Trayecto (es)
    • Estilo de vida
    • Funky Divine (es)
    • Genecosidad (es)
    • Ofrecer (es)
    • Contactar con nosotros (es)
  • Regalos
    • Libro
    • Blogue
    • Rencontre
    • Liens
  • Invitaciones
    • A bailar (es)
    • Au Spectacle
    • Aux Conférences
    • Aux Âmes Jumelles
    • A l'éLOVution collective
    • A los cuidados (es)
  • Eventos
  • English
Al inicio del año 2014 sentí que no era más apropiado para mí de pedir un precio fijo para mis talleres, acompañamientos y espectáculos.
Es entonces que decidí de funcionar sobre las bases de la economía de la generosidad.
Cuando participas a uno de mis talleres o seminarios, cuando recibes un cuidado, un acompañamiento o un masaje, no me debes nada a cambio. Te ofrezco mi tiempo, mis talentos, mi experiencia y mi energía.

Te ofrezco un regalo del corazón.

 Te propongo en primer lugar de abrirte a nuevos sentimientos en esta posibilidad de recibir incondicionalmente de un «desconocido":
- La gratitud
- El reconocimiento
- La apreciación del valor que este regalo tiene para ti, y todas las reacciones que se despiertan cuando te abres al hecho de recibir sin que nada te sea solicitado a cambio
- La incredulidad
- La dificultad de no sentirse en deuda
- La devaluación del regalo
- La incomodidad de recibir
- La avaricia de querer más o de nuevo
- El deseo de querer aprovechar
- El pensar que esto no te cuesta nada y que debe ser gratuito
- La justificación de tu pobreza o de tu merito

 Recibir incondicionalmente es en realidad difícil porque te vuelves vulnerable. Aceptas de no saber cómo comportarte para dar las gracias. Podrías hacer errores, dar un paso en falso, decir algo tonto, revelarte ingrato, a la defensiva, menospreciar, olvidadizo, desprovisto, etc.


Te invito a recibir todos los sentimientos que se expresan y te atraviesan en esta esfera del don incondicional, ya que este acto es todavía muy poco frecuente durante nuestros intercambios personales.


Tu primera contribución está en el hecho de que aceptes simplemente mi oferta. Tú me haces el honor con tu presencia de reconocer que lo que yo te propongo tiene valor para ti. Tú eliges de darme tu atención, tu confianza, tu tiempo (entre las miles de cosas que podrías hacer), y me siento profundamente honrado.

Enseguida te invito a disfrutar lo que recibes:
_ La calidad de mi oferta
_ La cantidad de energía aplicada para hacerte este don
_ El tiempo necesario para organizar lo que recibes
_ La experiencia requerida para la elaboración de tal regalo
_ El costo que esta actividad tiene en un contexto comercial
_ El valor que lo que recibes representa para ti

Simplemente porque nada es absolutamente "gratuito" y carente de apreciación.


En esta apreciación, si, y sólo si te sientes agradecido, te invito a entrar en esta esfera de don incondicional.
No porque te sientas en deber algo, pero porque hay una profunda alegría a ofrecer desde un espacio de gratitud por la vida y sus regalos, los encuentros y las pepitas que se encuentran en tu camino cuando te abres al espacio disponible para acogerlos. Hay tantas maneras de dar, el dinero es una (todavía útil por el momento), pero hay otras, y yo te invito a visitar todas las maneras en las que podrías apreciar lo que te ofrezco en la página "ofrecer".
Lo que te ofrezco te lo doy porque me alimenta, me llena, y me enriquece. Ofrecerte este regalo se vuelve el privilegio que mi vida me permite de abrazar. 


Y abrazar totalmente mi vida es la razón de mi existencia.


Bienvenidos en esta esfera de la abundancia donde tienes todo lo que deseas.



Powered by Create your own unique website with customizable templates.